Creo que las circunstancias de cada mujer o madre son únicas y que juzgarlas es determinar lo que es correcto o incorrecto. Ser madre es mucho más complejo y dar vida para mi es un privilegio desde la autonomía y la conciencia de ser mujer.
¿Era parte de mi plan de vida tener hijos? Pues si y no. Yo siempre quise ser madre, pero con la idea de un hogar, no porque mi reloj biológico lo dictara, o porque es natural para una mujer ser madre, o porque estaba incompleta de no serlo.
Ya a mis 40 años había desistido, pensé que no estaba en mis opciones y que no sucedería. A mis 43 años la vida me sorprendió con la oportunidad de sentir que mi cuerpo si tenía la capacidad para dar vida y que aún era posible. Acepté el cometido de tener a mi hija contra viento y marea.
Mis conversaciones con ella rondaban en que yo estaría para ella de la manera que ella me necesitara y que era su decisión llegar o no al mundo. Yo la recibiría, aceptaría y caminaría con ella hasta el final, cualquiera que fuera. Este proceso me mostró la fragilidad de la vida y cuán privilegiados somos por estar aquí, al igual que nuestra fuerza por estar.
Mi hija demostró en todo su proceso de gestación ser mucho más que las pruebas y conjeturas dictadas por los médicos y la ciencia. Tal vez esa es mi mayor lección y la de todos a mi alrededor, Aleili llegó y se presentó por encima de las expectativas de todos y mamá siempre creyó en ella, aunque no logró llegar con vida.
En cuanto a mi sentimiento acerca de esta pérdida, siento una profunda gratitud por haber tenido la oportunidad de experimentar la maternidad durante estas 40 semanas. Esta experiencia me ha llevado a experimentar un amor incondicional, que me ha enseñado a cuestionar todo aquello que no se acerca al entendimiento natural de la vida, rompiendo barreras mentales.
La otra cara del duelo es un inmenso dolor en el alma por la añoranza de un ser que no es tangible.
Sobre la pérdida de un hijo no creo tener palabras, pero si recojo que somos muchas que hemos vivido pérdidas de almas que no llegan a quedarse con nosotras. Este luto de madre existe y es importante nombrarlo porque es una realidad natural de nuestra condición humana. Dar vida está conectada a la muerte porque ella está garantizada en el mismo instante que se crea.
Finalmente, somos madres por el tiempo y el espacio que se nos otorgue y cada paso de este camino es único, real y parte de nuestra virtud de cocrear vida, abracemos esta tarea transformadora por encima de la carga que se ha impuesto en ella, confiando que es más profundo y está conectado a un espacio sideral.
En lo personal, mi corazón está lleno de amor y, al mismo tiempo, de nostalgia, ya que mi hija Aleili solo vive en mis recuerdos y en mis añoranzas. Habría deseado poder recorrer todo el camino junto a ella, pero esa no fue nuestra historia. El proceso de luto no es fácil, ni bonito, ni lineal; es navegar entre tormentas de emociones, cuestionamientos y dudas, pero también es una oportunidad para encontrar esperanza, fe y entendimiento.
A ti mujer te digo: permítete reconectar con tu poder co-creador. Elige conscientemente si deseas ser madre y confía en tu intuición, tu cuerpo tiene su propia sabiduría. Sí, sé juiciosa y considera todas tus opciones, pero no permitas que los miedos externos o el control de la ciencia sobre la vida determinen tu experiencia.
Es importante volver a conectar con la sabiduría femenina, donde nuestra conciencia está dirigida y acompañada para crecernos en infinita potencialidad, así como somos capaces de dar vida somos capaces de crear y aportar al caos de este mundo. Recuperemos ese poder que se nos ha renegado como mujeres.
Frases para reconectar con la sabiduría femenina:
- Agradezco la fortaleza de creer en mí y en ella.
- Agradezco la fuerza de voluntad en elegirla, creer y continuar hasta el final.
- Agradezco ser mujer con capacidad y derecho a elegir sobre mi vida y mi cuerpo.
- Agradezco el amor y el sostén de familiares y amigos en todo el proceso y hasta de extraños que observaban mi amor por mi hija.
- Agradezco el poder crear vida.
- Agradezco la sabiduría de mi cuerpo en ser madre.
- Agradezco la vida creada a través de mi
- Agradezco al hombre con el que mi hija fue creada.
- Agradezco a todo el proceso intangible de la humanidad manifestarse en el proceso de ser madre.
Amarillis Vásquez
Master en Danza
Founder del centro Souls in Motion.
Eres un orgullo para toda mujer, ser súper especial Dios te permita lo deseado té quiero mucho ❤️